Mira que es grande la región metropolitana de Santiago, pero o llevo mucho tiempo acá o muchos kilómetros o vete a saber porque pero acabo teniendo lugares comunes, sitios por lo que paso y repaso fuera totalmente de las zonas de transito habituales, es como un Deja vú.
Hoy tras visitar a un cliente y camino de otro, un taco impresionante en la autopista, unas obras y unos desvíos y cuando me doy cuenta Zas, estoy en Conchali de nuevo.
No es que haya mejorado nada, que no lo ha hecho, (hay baches donde cabe el titanic derrapando), pero al menos es verano y la luz del sol anima a la gente y da color a la vida.
Además es día de feria ( mira que hay días a la semana, pues las dos veces que he pasado por el centro de Conchali era día de feria). Aca se llama feria a los tradicionales mercadillos europeos.
Están las típicas secciones tradicionales, fruta y verdura de temporada, calzado, ropa, carne y pescado ( si, acá en las ferias se vende también carne y pescado), electrónica y música. Algo más en los extremos, juntos pero no revueltos, los particulares, extienden sus mantas y venden lo que pueden, cosas usadas, chinos, lo que sea para ganarse unos pesitos con que completar el día.
Muchos niños, la comuna no es de las mas ricas y estos niños no estaban en los balnearios, la playa, las piscinas, o de campamento, estaban ayudando a la familia en el trabajo. Limpian mazorcas, recogen los restos, hacen de bolseros metiendo la compra en la bolsa. Todo es aprender.
También resulta chocante a diferencia de las «fregonetas» que abundan en los mercadillos españoles, aca, todo vale, los triciclos de bicicleta, los carros de mano, todo sirve para llegar y traer cosas al mercado.
Hay taco y me toca estar mucho rato escuchando el ambiente del mercado, el sol castiga sin piedad, pero el animo no decae, las voces de los comerciantes, comedidas voces, se juntan con el run run de los paseantes. Una señora está comiendo uvas a la sombra, junto a ella, un perro indolente menea la cola abanicándose, mientras suena de fondo la música de Violeta Parra en un camión restaurante.
Voy a duras penas avanzando y logro dejar el mercado no sin antes ver como con la llegada por un extremo de los carabineros, el efecto goma hace que por el otro algunos salgan recogiendo sus mantas y corriendo sin mesura.
Es curioso, a veces parece que estas atado a un sitio solo porque la vida, el destino o lo que sea, te obliga a pasar por el sin motivo aparente y sin ir a buscarlo, es un iman…….
Kifaru
dia de feria.
Para Ana, Ines, Sara y Carmen, porque creen que Chile está algo mas cerca leyendo este humilde blog.